Diciembre 16 de 2020. La Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de los Estados Americanos (MAPP/OEA) presentó hoy ante el Consejo Permanente de la Organización su vigésimo noveno informe semestral, en el que evidencia los impactos que tuvo la pandemia del COVID-19 en las dinámicas de violencia armada y construcción de paz en el país durante el primer semestre de 2020.
Dando continuidad a sus labores de monitoreo y acompañamiento en los territorios, MAPP/OEA identificó que durante la temporada de aislamiento obligatorio se agudizaron las vulnerabilidades existentes en las zonas donde convergen factores estructurales de conflicto armado, criminalidad, inequidad y débil presencia estatal. En este sentido, la Misión advirtió sobre el control territorial y social por parte de grupos armados ilegales, a través de medidas restrictivas de movilidad, amenazas, sanciones y afectaciones contra la población civil, que son motivo de profunda preocupación y rechazo.
MAPP/OEA observó la persistencia en la instalación de minas antipersonal, violencias basadas en género, desplazamientos forzados, confinamientos y homicidios; con impactos en liderazgos sociales, autoridades étnicas, mujeres, organismos de acción comunal y personas en proceso de reincorporación, y sus familias. Asimismo, alertó frente a la deserción escolar y, con ello, las condiciones de riesgo para la vinculación, utilización y reclutamiento forzado de niñas, niños y adolescentes por parte de grupos armados ilegales.
El Informe también detalló los logros alcanzados en medio de las complejidades de la pandemia, como las acciones tendientes a reforzar la atención a las violencias contra las mujeres y las víctimas del conflicto armado; los avances en la planeación articulada y progresiva para la implementación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), y la disminución del área sembrada de cultivo de coca en algunas zonas del país. De igual forma, valoró los esfuerzos institucionales para cumplir con la reincorporación de cerca de 13.000 ex miembros de las FARC-EP.
Roberto Menéndez, jefe de MAPP/OEA, señaló que “la Misión reconoce los esfuerzos adelantados por el Estado colombiano para contener la crisis en todos sus aspectos, y destaca el papel de los organismos comunales, de las autoridades étnicas y de los procesos organizativos, quienes han afrontado mancomunadamente esta difícil situación”. Anotó que “la pandemia ha evidenciado los urgentes desafíos que aún persisten en las zonas más apartadas, como son la garantía de derechos, el fortalecimiento de la participación, la priorización de recursos disponibles, la realización de obras y el acceso efectivo a la conectividad y a herramientas digitales”.
La Misión de la OEA alentó a las autoridades locales, departamentales y nacionales a continuar articulando esfuerzos y sinergias con la sociedad civil, en favor de la democracia, los derechos humanos, la seguridad, el desarrollo territorrial, la protección de la vida y el logro de la Paz Completa. “Invitamos a los colombianos y colombianas a acercar posiciones, alcanzar y materializar acuerdos, con los efectos transformadores que la realidad exige. La Paz Completa demanda unidad en la diversidad”, afirmó Menéndez.
MAPP/OEA continuará acompañando los esfuerzos de las comunidades y las instituciones directamente en los territorios más afectados por la violencia, donde también avanza la construcción de paz.
Conoce el informe completo aquí: Informe Semestral XXIX