Junio 19 de 2020. La Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de los Estados Americanos (MAPP/OEA) presentó hoy ante el Consejo Permanente de la Organización su vigésimo octavo informe semestral, en el que da cuenta de los altos niveles de hostilidad que, durante el segundo semestre de 2019, los grupos armados ilegales ejercieron contra comunidades y liderazgos sociales.
Roberto Menéndez, jefe de MAPP/OEA, señaló que “alarma la persistencia del reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes, así como la instalación de minas antipersonal y artefactos explosivos improvisados, el secuestro, la violencia sexual, el confinamiento y el desplazamiento”, que generan profundos impactos en comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas.
En 1.200 misiones de monitoreo, MAPP/OEA constató que la continuidad en las acciones de expansión y control territorial de los grupos armados ilegales generaron afectaciones a la población del Bajo Atrato, Alto y Medio Baudó, Bajo Cauca, Sur de Córdoba, Sur de Bolívar, Catatumbo, Pacífico Nariñense y en los departamentos de Arauca, Antioquia, Cauca, Caquetá, Meta, Guaviare, Valle del Cauca y Putumayo.
La Misión de la OEA también advierte, con alta preocupación, sobre amenazas, hostigamientos, estigmatización, desplazamientos forzados y homicidios contra liderazgos comunales, de derechos humanos, reclamantes de tierras, promotores de la sustitución de cultivos ilícitos y autoridades étnicas, en territorios como Cauca, Antioquia, Caquetá, Guaviare, Meta, Nariño, Norte de Santander, Valle del Cauca y Chocó. El informe señala que el acceso a la tierra y la defensa del territorio siguen configurándose como escenarios de riesgo en el país. Además, llama la atención sobre graves afectaciones contra excombatientes en proceso de reincorporación.
Frente a este panorama, MAPP/OPEA reitera su exigencia a los grupos armados ilegales a cesar todo ataque contra la población civil. También insta a las autoridades nacionales y locales a fortalecer la articulación de esfuerzos en favor de la protección y la no repetición de violencias. Además, renueva su llamado al Gobierno y al ELN a continuar la búsqueda de escenarios de diálogo.
MAPP/OEA destaca los impactos positivos que ha traído para la paz la implementación de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), así como la activación de los Consejos Territoriales de Paz. Además, valora la llegada sostenida del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR) a los territorios más vulnerables.
Desde el semestre anterior, la Misión viene observando la persistencia del cultivo de hoja de coca como principal fuente de sustento en varios municipios, presiones e incentivos de grupos armados ilegales, desafíos frente a la implementación de planes de sustitución voluntaria y confrontaciones derivadas de la erradicación forzosa. “Insistimos en la necesidad de avanzar en la transformación de los territorios; también, en la generación de un diálogo amplio que aborde con determinación todas las dimensiones del fenómeno, en especial los relacionados con la narcoactividad. Es urgente ponerle fin a uno de los impulsores de la violencia en Colombia”, dijo el Jefe de Misión.
Frente a estos desafíos y el actual contexto de pandemia, MAPP/OEA reafirma su compromiso con las comunidades e instituciones para seguir avanzando hacia una Paz Completa en Colombia.
El informe completo y los informes anteriores están disponibles aquí.