Para la OEA, hay que avanzar sobre lo construido para hacer que los nuevos procesos sean posibles y consolidar una “paz completa”.
La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) presentó el informe 35 ante el Consejo Permanente de la Organización, que detalla las labores realizadas por la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP/OEA) entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2023. Esta misión tiene como objetivo contribuir al avance de las negociaciones y acercamientos con grupos armados ilegales en Colombia.
MAPP/OEA entregó un total de 16 recomendaciones dirigidas a diversas entidades del Gobierno colombiano, con un enfoque especial en la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. Estas recomendaciones abarcan temas cruciales como el desminado humanitario, la desvinculación de niños, niñas y adolescentes del conflicto, el cese al fuego, la seguridad jurídica para las víctimas y victimarios, los parámetros de judicialización y las condiciones de sometimiento y desmantelamiento de los distintos grupos armados ilegales.
Durante el período informado, MAPP/OEA llevó a cabo un total de 1.128 misiones en terreno, abarcando 486 centros poblados en 195 municipios de 22 departamentos del país. Estos centros poblados incluyeron cabeceras municipales, corregimientos, veredas, resguardos indígenas y consejos comunitarios. El alcance de su trabajo se refleja en el recorrido de 159.328 kilómetros por vía terrestre y 3.521 kilómetros por vía fluvial.
Roberto Menéndez, jefe de Misión de MAPP/OEA, enfatizó la importancia de unir esfuerzos de todos los actores involucrados en la búsqueda de la “paz completa en Colombia”, dado el impacto significativo en la población civil. También destacó la necesidad de preservar los logros alcanzados y superar los desafíos en los nuevos procesos.
“Después de casi 20 años acompañando a Colombia en la construcción de paz, la Misión llama a sumar voluntades de todos los actores involucrados en los esfuerzos para la búsqueda de la paz completa. Las graves afectaciones a la población civil hacen que sea impostergable la atención a los desafíos en el marco de las negociaciones y conversaciones con los grupos armados. Por eso, resulta indispensable avanzar sobre lo construido, preservar lo alcanzado y superar los desafíos para hacer que los procesos sean posibles. La experiencia y lo recorrido todos estos años, son una fuente para buscar soluciones y hacer viable la paz”, afirmó Menéndez durante la presentación ante el Consejo Permanente.
El informe también abarcó la política de ‘paz total’ durante el primer año de Gobierno del presidente Gustavo Petro, especialmente en las negociaciones con grupos armados ilegales de carácter rural y urbano. Se mencionó la instalación del Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación (MVMV) del Cese al Fuego Bilateral y Temporal de Carácter Nacional (CFBTN) entre el Gobierno nacional y el Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, al mando de alias Iván Mordisco.
En el ámbito de la ‘paz urbana’, resaltaron los acercamientos del Gobierno con varios grupos armados locales en Quibdó, Buenaventura, Medellín y el área metropolitana del Valle de Aburrá para la instalación de espacios de conversación sociojurídicos.
El informe también subrayó la importancia de considerar el medio ambiente como un componente esencial de la política de ‘paz total’ y abordó lo que se denomina “paz ambiental”. De acuerdo con MAPP/OEA, se examinaron las afectaciones a comunidades afrodescendientes, pueblos indígenas y sus líderes, así como las consecuencias del secuestro, las violaciones a los derechos humanos de las mujeres y el reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes, entre otros aspectos.
MAPP/OEA aprovechó para hacer una invitación a los nuevos líderes públicos surgidos después de las elecciones regionales en Colombia para que se unan en la búsqueda de una “paz completa” en el país y destaca su disposición para colaborar en este objetivo.
El trabajo de MAPP/OEA es posible gracias al apoyo político y financiero de los países miembros del Fondo Canasta, que incluye a Alemania, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Irlanda, Italia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Turquía. Además, Noruega y Suiza también contribuyen, fortaleciendo el trabajo de la Misión en áreas clave como la participación y el diálogo con las comunidades en los territorios.